3.8.06

key west III

A muchos ya se los conté, porque quedé fascinadísimo, pero la cosa es que cuando hicimos snorkel vi unos peces más grandes que yo y otros peces más raros que los que uno se podría imaginar si tuviera mucha imaginación, y todavía otros peces que eran como la idea platónica del pez. ¡Incluso vimos peces voladores! (antes, desde el barco).
Pero en algún momento de la snorkelación me acordé del pescado; así, en genérico. Casi me vuelvo vegetariano. Ver a los peces ahí fue como entrar en sus casas, como caminar por su living comedor. Hay algunos, como la barracuda, que nunca salen de sus cuarenta metros cuadrados. Otros viven en un coralito toda su vida, lo deben acondicionar como quien acondiciona un dos ambientes. Así que pensar en pescados me hizo sentirme casi genocida.
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A la noche, Sarah y yo comimos un "snapper" buenísimo, en español no sé cómo se llama pero se parece al dorado.
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